viernes, 2 de octubre de 2015

ATRACO EN SURCO

Este pasado miércoles 30 de septiembre, en el kilometro ocho de la panamericana sur, cuatro “marcas” llevaron a cabo un asalto al estilo de Hollywood. Una pareja de esposos estaba transportando 290mil soles para realizar una transacción mobiliaria, cuando de repente, en un semáforo rojo, un mercedes blanco los intercepto. El carro de la pareja fue contra del trafico pero el carro blanco les realizo una maniobra (torear). Ahí fue cuando tres hombres armados se bajaron del carro, sacaron a la pareja y agarraron el dinero. Volvieron a entrar al mercedes benz blanco y se dieron la fuga.


La policía no tardo en responder y pudo capturar al vehículo con dos de los cuatro “marcas”. Ahí encontraron un fusil, dos pistolas semi automáticas, una pistola adaptada para funcionar como ametralladora y más de 90 cartuchos. Por el otro lado, los otros dos “marcas” que escaparon, asaltaron un vehículo (brevemente secuestrando a sus ocupantes) hasta llevarlo hasta el puente Trompeta en la avenida Zarumilla.


Ahí se encontró al carro con sus ocupantes, pero sin ambos delincuentes. Dada a la captura de  esos dos miembros de la banda de delincuentes, de por seguro que la policía va a indagar respecto a la identidad de los otros dos que lograron escaparse. 

No cabe duda de que esto es lo correcto y parte del procedimiento. Pero también, en muchos  de estos casos (como sucedió hace unos meses en Chacarilla), el problema es que solo se investiga respecto a los motivos de los perpetradores, y no de la situación de las víctimas. 

Analizando estos crímenes, las autoridades tienen que hacerse preguntas como: "¿porque esas personas tenían tanto dinero en efectivo para hacer una transacción? ¿Por qué una organización criminal de esa naturaleza (armada, violenta) estaba detrás de esas personas?"

Todo crimen tiene un motivo, entonces ¿en qué clase de transacción están involucradas esas personas para que hayan sido asaltadas de tal manera? Lo más probable es que los “marcas” hayan seguido a pareja desde antes, y han tenido información respecto a la transacción monetaria que iban a realizar. 

Ese es un ángulo del caso que la policía no debe obviar, por que las víctimas no siempre son del todo inocentes. Aquellos que se involucran en negocios ilícitos, por más plata y estatus social que tengan, también son criminales; que no estén armados o sean violentos, no significa que son exculpados de la ley.


Fuente: El Comercio

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