Cuando escuchamos las palabras “occidente” u “oeste”, las relacionamos con los países que se encuentran en esa parte del mundo, específicamente en el norte. Como todo buen rojete o caviar, solemos lanzar comentarios tipo: “¡malditos yanquis!”; “imperialistas”; “son Illuminatis; quieren imponer el nuevo orden mundial”. Y hasta cierto punto, eso es verdad (excepto la parte del Illuminati; eso dicen los caviares más apasionados que necesitan una clase de historia mundial).
El blanco principal de estos comentarios/ataques es los Estados Unidos. Pero tampoco es que sea por las huevas. Como todos sabemos, el país norteamericano es responsable por mucha de la mierda que sucede hoy en día. Sus intereses financieros y geopolíticos siempre han tenido (y siguen teniendo) graves efectos sobre el equilibrio mundial. Sin embargo, los que hemos ido, no podemos negar que es un país de putamadre.
Es cierto que está infestado de racistas y fundamentalistas cristianos, pero afuera de las zonas más rurales se puede disfrutar de lo que más caracteriza a ese país: liberalismo y capitalismo. El segundo de estos dos es aquello que, además, ha causado el degrado de la cultura norteamericana.
Por un lado, el capitalismo es el sistema económico que ha permitido su prosperidad, pero por el otro ha creado una cultura de avaricia e individualismo impresionante. Es por eso que las siguientes elecciones estadounidenses son sumamente importantes, en especial por lo que significa uno de los precandidatos.
Como algunos sabrán, el sistema político de los EE. UU. es bipartidario. Por un lado tienes a los Demócratas (que se supone que son la izquierda pero en realidad son el centro-derecha) y por el otro tienes a los Republicanos (que se supone que son la derecha pero simplemente están mentalmente enfermos).
La manera en que funcionan las elecciones gringas, es que cada partido tiene un año de campaña para sus elecciones internas, para así determinar quién los va a representar en las elecciones generales.
Actualmente, la contendiente número 1 del partido Demócrata es Hillary Clinton. Alguien que, pese a tener políticas sociales progresistas, representa al statu quo; en especial a Wall Street y al sector financiero. Quien además es lo que llaman un “hawk” (halcón); lo cual significa que es recontra pro intervención militar.
De ahí, el contendiente número 1 de los Republicanos es Donald Trump. Alguien que no representa el típico fanatismo cristiano que caracteriza a su partido, pero que representa lo demás que simboliza a los Republicanos: racismo, xenofobia, misoginia, chauvinismo y neoliberalismo.
*Deportación a la fuerza de latinoamericanos y registro de ciudadanos musulmanes.
Trump es la cara del neofascismo estadounidense.
Pero hay un tercer precandidato que está estremeciendo a Norteamérica; quien está postulando por el partido Demócrata. En las encuestas de candidatos demócratas se encuentra atrás de Hillary Clinton, pero a nivel nacional, delante de Donald Trump.
Es un autoproclamado socialista democrático, inspirado por los sistemas económicos de los países escandinavos. Me refiero a Bernie Sanders, el senador de Vermont de 74 años. Un político con un historial impecable, quien parece ser el único candidato con las ideas y el potencial para salvar a los Estados Unido de su propia avaricia.
*El tío pelos locos: el proximo presidente de los Estados Unidos.
EL REBELDE:
Bernard Sanders, de familia judía, nació el 8 de septiembre de 1941, en Brooklyn, Nueva York. Su padre se había ido de Polonia años atrás por el surgimiento del partido Nazi. Se crió en Brooklyn durante su niñez y adolescencia, en donde tuvo su bar mitzvah, ganó un campeonato estatal de básquet en primaria y fue líder del equipo de atletismo en secundaria.
Al graduarse, su madre falleció y un año después (1960) decidió irse de Nueva York. Empezó a estudiar en la Universidad de Chicago; lugar en donde desarrollaría sus convicciones políticas. Se unió a la Liga de Jóvenes Socialistas y fue activista de los derechos civiles para las personas afroamericanas. Protestó en su universidad en contra de la segregación de sus compañeros, e incluso participó en la marcha de Martin Luther King en donde dio su famoso discurso, “I have a Dream”.
*Un joven Sanders alentando a sus compañeros a participar en una marcha en contra de la segregación.
Ese mismo verano (1963) recibió una multa por resistirse al arresto en otra protesta en contra de la segregación en escuelas públicas. Además, fue un ávido opositor de la Guerra de Vietnam, por lo cual también protestó. Una vez graduado, en 1964, con un bachillerato en Ciencia Política, se mudó a Vermont con su primera esposa.
Fue ahí en donde empezó su vida política. Después de haber trabajado como carpintero, se lanzó dos veces como senador y gobernador, pero no logró ganar en ninguna de sus campañas. Renunció a su partido (que era un partiducho independiente, como los que hay acá en Perú) y trabajó como director audiovisual para una organización que se enfocaba en promover historia y cultura. De ahí recién en 1981 tuvo su primer éxito político, cuando fue elegido alcalde de Burlington, la capital de Vermont.
Ganó sus elecciones sin afiliarse a ningún partido y llegó a ser alcalde tres veces más. En 1987, durante su último mandato, fue rankeado como uno de los mejores alcaldes de EE. UU. En esta época, también fue uno de los pocos políticos que se manifestó en contra de la intervención estadounidense en América Latina.
Por eso es que durante este tiempo, Bernie se consolidó como uno de los pocos y verdaderos políticos independientes; de aquellos que tienen convicciones e ideales establecidos y no politiquean para ser populistas (como también pasa en el Perú…).
*En el '87 Sanders grabó un album de musica Folk.
Obviamente, las canciones estaban cargadas de mensajes de igualdad social.
EL INDEPENDIENTE:
En 1991, Bernie Sanders empezó su labor como congresista en la Cámara de Representantes. Ha sido el congresista independiente (no afiliado a ningún partido) que mas tiempo ha servido en el parlamento, en toda la historia de EE.UU. Ocupó ese puesto por 16 años hasta que en el 2007 entró al Senado. Su carrera gubernamental se ha caracterizado por defender siempre los valores liberales y los intereses de la clase media.
Desde su época en el congreso, ha criticado a los Demócratas y Republicanos por apelar a los intereses de los millonarios y corporaciones; lo cual se ha convertido en el punto más fuerte de su discurso en la campaña presidencial.
Además, siempre ha estado en el lado correcto de la historia respecto a su participación en leyes del congreso. Cuando estaba en la cámara de representantes fue uno de los pocos en votar en contra de una ley que discriminaba a parejas homosexuales; en contra de una ley que permitía que la bolsa de valores juegue con los bancos; en contra de que el gobierno espíe a la población norteamericana y en contra de las intervenciones militares, especialmente Irak.
Fue aquí también que empezó a hacerse conocido por sus discursos agresivos pero bien argumentados, en contra de los individuos que representaban el sector financiero y el conservadurismo.
Luego, en el senado ha trabajado para expandir las pensiones, lidiar con el cambio climático y aumentar los beneficios para los veteranos de guerra. Por eso es que en el círculo político de Washington se ha ganado la fama de ser uno de los pocos que es consistente y fiel a sus principios.
Pero su fama nacional recién surgió en el 2010 cuando dio un discurso de 8 horas y media en el Senado. El discurso estaba en contra de una ley firmada por el presidente Obama que extendía la disminución de impuestos a la clase millonaria.
Esto impulsó a que se firmen peticiones en la web, que pedían que Sanders postule a la presidencia en contra de Barack Obama en el 2012. A pesar de haber sido reconocido nacionalmente, rechazó la oferta. Sin embargo, su mensaje ya estaba resonando en la política estadounidense.
*28mil personas en un mitin de Bernie Sanders en Portland, Oregon
EL "SOCIALISTA":
A pesar de ser un independiente, Bernie se inscribió en el partido Demócrata para la campaña para no competir en contra de un Demócrata y arriesgar dividir el voto y no asegurarles una victoria a los Republicanos. En el momento en que anunció su candidatura, solo contaba con un 8 % de intención de voto, comparado con un 62 % de Hillary Clinton.
Actualmente, 7 meses después, se encuentra en 31.7 % comparado al 56.6 % de su contrincante. Este surgimiento se debe a que en esta campaña, Bernie Sanders se ha convertido en un héroe populista que representa a la clase media y las minorías de Norteamérica. Es alguien que se está enfocando en los problemas que viven la mayoría de los estadounidenses; no los que vive el 1 % más rico.
Entre sus propuestas están: seguro médico nacional, universidades públicas sin pagos de matrícula, pensiones más altas, la expropiación de prisiones privadas, legalización de marihuana, licencia de maternidad pagada, aumento de impuestos sobre la clase millonaria y la más significativa: prohibir que corporaciones puedan contribuir a campañas políticos.
Los más escépticos piensan que estos es demagogia pura, pero la realidad es que la cantidad de impuestos que evaden los millonarios y corporaciones es suficiente para poder parchar estos programas estatales. Más un impuesto a la especulación en la bolsa de valores (jugar casino con los ahorros de los bancos de inversiones) y un plan para reconstruir la infraestructura del país (lo cual crearía 13 millones de trabajos), el plan de Bernie Sanders, por más idealista que parece, es totalmente realizable.
Pero a pesar de ser el modelo gubernamental que Estados Unidos necesita, los opositores de este candidato lo desacreditan con la etiqueta de “socialista”. Utilizan esta palabra para inspirar miedo en los ciudadanos más conservadores, asociando la política de Sanders con la de la Unión Soviética. Es por eso que un gran sector de la población estadounidense esta viviendo en paranoia y odio, pensando que Sanders es la reencarnación de Joseph Stalin.
Pero aparte de los conservaduros, hay otras personas que no creen en Sanders porque piensan que la economía de los Estados Unidos no tiene la capacidad de darle esa transformación sociodemocrática al país. Sin embargo, la realidad dice todo lo contrario.
Por ya demasiado tiempo la clase millonaria ha estado dominando el país. Han convertido a su democracia tan fuerte en una oligarquía. Desde la época de Ronald Reagan, los más platudos han estado recibiendo deducciones en sus impuestos.
Todo por la falsa teoría económica republicana de que si los millonarios pagan menos, crean más trabajos y más riqueza en la clase media. Algo que aquí llaman “el chorreo”; una política económica en la que también creen nuestros mandatarios. Un modelo económico que está comprobado que no funciona. Tan solo fíjense en la desigualdad que existe en el mundo.
En Estados Unidos, la economía mas grande del planeta, 0,1% del 1% mas rico del país, tiene mas riqueza que 90% del país combinado. Con una estadística como esa, es fácil ver que lo que Sanders propone es realizable. Esa desigualdad no es producto de mas empredendurismo, es producto de un sistema manipulado al favor de los oligarcas.
Por otro lado, también está la cantidad de impuestos que evaden las corporaciones. Estas depositan sus ingresos en bancos en las Islas Caimanes y gracias a la falta de regulación del gobierno, se esquivan un pago de impuestos que se encuentra en los miles de millones. Un montón de plata perdida para la economía, mientras que obreros o enfermeras pagan más impuestos que algunos empresarios millonarios.
Así que la popularidad de Sanders se debe a que se ha presentado como la alternativa a todo eso. En gran parte, se debe al contraste que hace con Hillary Clinton; candidata quien está financiada por los millonarios y corporaciones.
EL HÉROE POPULISTA:
Inicialmente, en los medios de comunicación, se dudó del impacto que Sanders podría tener. Se pensaba que no era alguien que se debía tomar en serio y que no representaba una amenaza para el establishment. Sin embargo, el nivel de empatía de su mensaje ha logrado que un gran sector del pueblo norteamericano se identifique.
Tanto así que hasta ahora toda su campaña se ha financiado por contribuciones individuales de cientos de miles de personas y donaciones de sindicatos de trabajo. No como la mayoría de candidatos que dependen de los que tienen intereses financieros. Es por eso que se ha convertido en el rival de Clinton y la amenaza más grande al establishment político.
Ha llenado estadios de gente, más que cualquier candidato, con un público de hasta 30 mil personas. Se ha lucido en los debates en contra de sus oponentes demócratas. Se ha convertido en el candidato con más acogida en las redes sociales e incluso ha recibido cobertura de los medios populares o hollywoodenses. Lo que significa que su mensaje ha logrado transcender en el público norteamericano.
Curiosamente, el público en el que más está resonando su discurso es entre los millenials y la generación Z; o sea el sector más joven del electorado. Algunos atribuyen su popularidad a la idea agradable y casi cómica, de hacerle caso a un anciano judío socialista de Brooklyn. Pero fuera de bromas, el valor de su mensaje está en su nivel de identificación con los problemas que conciernen a una gran porción de los Estados Unidos. En especial la clase media socioliberal.
Y la razón por la que esta teniendo mas impacto en los jóvenes, es porque las generaciones nuevas tenemos un pensamiento distinto a la de nuestros padres y abuelos. Somos personas que hemos visto o experimentado el nivel de desigualdad que ha generado el capitalismo en la sociedad moderna. Nuestro Perú es un claro ejemplo. Es por eso que muchos de nosotros nos identificamos con un discurso que se orienta hacia la meta de conseguir un equilibrio socioeconómico. Hemos visto cómo la avaricia y la indiferencia han causado tantos males sociales.
Y este sentimiento populista no es tan diferente a lo que se está dando en el Perú con la candidatura de Verónika Mendoza. Aunque aquí se está dando a una magnitud mucho más pequeña. Aun así, existe un gran sector de la población, especialmente jóvenes, que como el electorado de Sanders, están cansados del statu quo político.
Los jóvenes quieren un gobierno justo, transparente, democrático, que represente y funcione para todos. Sin embargo, muchas de esas ideas de izquierda no logran entrar en el mainstream de la política peruana y son etiquetadas como caviaradas.
*Carlincatura que demuestra como se interpretan esos mensajes de izquierda.
En especial cuando el receptor es alguien de la ultra derecha como Mariategui.
A pesar de que es cierto que existen burgueses idealistas de izquierda que emiten un discurso hipócrita, muchas de las personas que apoyan estas ideas populistas simplemente son ciudadanos de clase trabajadora que ansían más oportunidades.
Pero es por ese mismo sistema ineficiente, que muchos han perdido fe en el proceso político. Lo cual ha causado que la mayoría de la población no crea en la capacidad del estado. Muchos no creen que puede existir un estado lo suficientemente grande y eficaz como para lidiar con las necesidades básicas de los ciudadanos. Lo cual nos deja en la situación en que estamos actualmente: bajo un sistema con absoluta fe por el mercado y con pensamientos conservadores.
¿EL PROXIMO PRESIDENTE DE LOS EE.UU.?
Las primarias del partido Demócrata empiezan en febrero y duran hasta junio; el tiempo para que cada estado vote. Eso significa que recién en julio se sabrá si Hillary Clinton o Bernie Sanders enfrentará a (probablemente) Donald Trump en las elecciones generales.
Pese a la parcialidad que los medios tienen por Hillary y el politiqueo que ejerce su campaña, en comparación a Sanders que se enfoca estrictamente en las propuestas, parece que el senador socialista tiene una verdadera oportunidad de ganarle a Clinton.
Mejor aún, por cómo están yendo las cosas, se ve la posibilidad de que sea el próximo presidente de los Estados Unidos. Y la fe que se tiene en el no solo es porque tiene las ideas correctas. Como hemos aprendido en el Perú, no basta con hablar. Sanders tiene el historial político, es decir propuestas, posiciones y proyectos, que respaldan su discurso. Lo cual no deja otra interpretación de que es uno de los pocos políticos transparentes y honestos; del mismo corte que José Mujica.
Algunas de sus otras propuestas también son la reducción del presupuesto militar y el cese de intervenciones en el Medio Oriente; y combatir agresivamente contra el cambio climático. Dos problemas que no solo conciernan al bienestar de Estados Unidos, sino de todo el mundo.
Así que como pueden ver, después de años de decepción política por mandatarios que favorecen intereses económicos, Estados Unidos se ha topado con la oportunidad de hacer el cambio que drásticamente necesita y merece. A estas alturas nada es seguro, será solo cuestión de esperar hasta noviembre del 2016 para ver si el pueblo estadounidense toma la decisión correcta.. Esperemos que algún día también, Perú encuentre su camino y tome interés por votar por un gobierno que represente a todos los ciudadanos.
Leí algunos artículos en tu blog (este, el del atentado en París y otro sobre el sensacionalismo en televisión)
ResponderEliminarTu blog es muy interesante. Creo que tendrías mas comentarios si permitieras usar sólo nombre y URL.